Brubaker es una película de 1980 dirigida por Stuart Rosenberg, que tiene a Robert Redford como protagonista. Basada en el libro homónimo de Joe Hyams y Thomas O. Murton, se inspira en hechos reales como la historia de Tom Murton, quien a finales de los 60 denunció y reformó el salvaje y corrupto sistema penitenciario de Arkansas.[1]
Brubaker | ||
---|---|---|
Ficha técnica | ||
Dirección | ||
Producción | Ron Silverman | |
Guion |
W. D. Richter Arthur A. Ross | |
Música | Lalo Schifrin | |
Fotografía | Bruno Nuytten | |
Montaje | Robert Brown | |
Protagonistas |
Robert Redford Morgan Freeman David Keith Murray Hamilton Yaphet Kotto Jane Alexander | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Estados Unidos | |
Año | 1980 | |
Género | Drama | |
Duración | 132 minutos | |
Idioma(s) | Inglés | |
Compañías | ||
Productora | 20th Century Studios | |
Distribución |
| |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Brubaker, el nuevo alcaide de una prisión tipo granja en el sur de los Estados Unidos, se viste como un preso para conocer de cerca las condiciones en las que estos viven. Observa la corrupción, el mal estado del lugar y la violencia existente por parte de los guardias y funcionarios. También observa los negocios que ellos hacen a costa de los presos sometiéndolos a trabajos de esclavo en beneficio de las empresas del lugar.
Cuando se da a conocer y comienza a tomar medidas para frenar la corrupción y la violencia y mejorar la situación allí, se encuentra con la resistencia de todo el cuerpo de guardias de la cárcel. El asunto trasciende incluso a la administración de prisiones del estado, cuyos responsables tampoco están dispuestos a tolerar las actuaciones de Brubaker, ya que también son corruptos y se han aprovechado de los presos, al igual que las empresas de los alrededores que también han hecho lo mismo.
Finalmente, cuando Brubaker descubre un cementerio clandestino con 200 cuerpos de prisioneros asesinados en la cárcel en uno de los campos de la granja, que se han acumulado allí con el tiempo, la administración, para encubrirlo, y en un intento de volver al pasado corrupto, le expulsa bajo una excusa, relativiza lo descubierto y abole todas las reformas que trajo consigo utilizando para ello una excusa.
Sin embargo, él deja un legado. A través de él los prisioneros aprendieron cómo hacer la cárcel más humana, lo que lleva a su rebelión dos años más tarde, cuando denuncian la situación ante el Tribunal Supremo, el cual ordena judicialmente en su veredicto final al respecto la reforma incondicional de la cárcel bajo la amenaza de cerrarlo como alternativa por ser inconstitucional el funcionamiento de la misma.
La dirección de Brubaker le fue encomendada en un principio al director Bob Rafelson, pero una serie de discrepancias en el rodaje no tardaron en llevar a la sustitución de Rafelson por otro director, Stuart Rosenberg, porque en 1967 dirigió de manera magistral para la gran pantalla La leyenda del indomable, gran drama carcelario protagonizado por Paul Newman.[2]
La película fue filmada en la prisión de Junction City en Junction City, Condado de Perry, Ohio.[3]
La película se estrenó el 20 de junio de 1980 en los Estados Unidos y el 23 de enero de 1981 en España. No fue un gran éxito de taquilla pese a que, según ABC, la película es de gran calidad gracias al carisma de Redford y a su espléndido reparto de actores secundarios.[4]
Según Séptimo Arte esta película es una clara denuncia de la brutalidad diaria en las cárceles norteamericanas, donde eran corrientes las palizas aleatorias, los asesinatos selectivos y la constante vulneración de los derechos humanos de los presos, que deja un mal sabor de boca.[5] Por otro lado, Fotogramas opina que la trama de la película, aunque esté montada con bastante habilidad, no va en su discurso más allá de los latiguillos del más convencional melodrama carcelario.[6] Finalmente Decine21 describe la película como un impactante drama carcelario, que es un sólido alegato a favor de los derechos humanos.[7]
Control de autoridades |
---|