Una sombra ya pronto serás es una película argentina de comedia dramática de 1994. Dirigida por Héctor Olivera. Protagonizada por Miguel Ángel Solá y Pepe Soriano. Coprotagonizada por Alicia Bruzzo, Luis Brandoni, Roberto Carnaghi, Marita Ballesteros y Alfonso de Grazia. También, contó con la actuación especial de Eusebio Poncela. Y las presentaciones de Diego Torres y Gloria Carrá. Escrita por Olivera en colaboración con Osvaldo Soriano, basándose en la novela homónima de Soriano. Filmada en Eastmancolor y estrenada en 5 de mayo de 1994. Filmada parcialmente en Chacharramendi, provincia de La Pampa, Carhué provincia de Buenos Aires y Viedma, provincia de Río Negro.[1]
Una sombra ya pronto serás | ||
---|---|---|
Ficha técnica | ||
Dirección | ||
Ayudante de dirección |
Eduardo Ripari (1er ayudante de dirección) Martín Carranza (2.º ayudante de dirección) | |
Producción |
Fernando Ayala Héctor Olivera (no acreditado) | |
Diseño de producción | Alberto Hasse (Jefe de Producción) | |
Guion |
Héctor Olivera Osvaldo Soriano | |
Basada en | Una sombra ya pronto serás de Osvaldo Soriano | |
Música | Osvaldo Montes | |
Sonido | Pedro Marra | |
Maquillaje | Elena Sapino | |
Fotografía | Félix Monti | |
Montaje | Eduardo López | |
Escenografía | Héctor Basaldúa | |
Protagonistas |
Miguel Ángel Solá Pepe Soriano Alicia Bruzzo Luis Brandoni | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Argentina | |
Año | 1994 | |
Género | Drama | |
Duración | 105 minutos | |
Clasificación | PM13 | |
Idioma(s) | Español | |
Compañías | ||
Productora |
Aries Cinematográfica Argentina INCAA Tercer Milenio | |
Distribución |
Distrifilms Gativideo (Argentina, video) | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Un ingeniero argentino llegado de Europa, encargado de diseñar programas informáticos, encuentra extraños y solitarios personajes en su deambular por la Pampa argentina.[1]
Marcelo Zapata en Ámbito Financiero escribió:
«Una fallida road movie discepoliana.»[1]
Isabel Croce en La Prensa opinó:
«Un film sobresaliente.»[1]
Claudio España en La Nación opinó:
«…una obra de madurez…Despojada de estruendos…el resultado fílmico es impecable.»[1]
Manrupe y Portela escriben en su libro:
«Con una estética prestada, que quiere acercarse al Wenders de París-Texas (Estados Unidos, 1984), o al Bagdad Café de Percy Adlon (Alemania, 1988) que al Olivera clásico, la película busca el clima del sin-futuro, del eterno retorno. El desarrollo se cumple con frialdad avanzando por fragmentos o recortes por medio de distintos personajes-fantasmas.»[1]
Control de autoridades |
---|